jueves, 6 de agosto de 2015

Reflexiones: Ernesto Neto

Reflexiones II

Reflexiones es un espacio para pensar el arte

Una Invitación a mirar

Mi idea es relatar desde mi impresión personal, que veo, como veo y que pienso frente al arte.

Después de asistir a diversas muestras de arte, me siento a escribir que me ha sucedido, que he podido ver, pensar y sentir.

Sin ninguna intención de que mi descripción pretenda ser única o la portadora de la revelación intencional del artista. Ni que este sea el exclusivo modo de abordar un encuentro con el arte.

Las impresiones o los análisis que generan las obras son muy personales y pocas veces coinciden con la intencionalidad, si la hubo del artista que la ha creado.

Tampoco aspiro a realizar una crítica, ya que no soy una persona especializada en esa profesión, solo expresar como me aproximo a los tantos e infinitos lenguajes del arte.



Artista  Ernesto Neto

“BICHO SUSPENDIDO EN EL PAISAJE”
Ernesto Neto es un artista brasileño, su muestra esta exhibida en un espacio de grandes dimensiones en el Faena Arts que se inaugura con su obra.
En esta ocasión la motivación fue conocer la obra de un artista que realiza instalaciones con la posibilidad de que el público participe en ellas.
Al entrar las dimensiones de la sala abruman, con su luz, y  con la blancura que inunda por completo el lugar, ideado con una notable ambición e intención de generar  deslumbramiento.
La obra se dispersa por todo el ambiente, es más parece que hubiera sido creado para ella.
Una forma amorfa pende de manera suspendida y sujetada por tensores de las paredes.
La forma esta realizada en un tejido de crochet artesanal, en donde participaron tejiendo junto al artista aproximadamente treinta personas, y pesa este gran tejido a todo color, dos mil kilos.
La obra propone al menos dos puntos de observación: la contemplación desde abajo y la visión aérea, que para  poder apreciar esta última es necesario introducirse en ella.
Cuando miraba la instalación desde abajo todo cobraba un tamaño desmesurado,  una monumental forma abierta, sensación que  proporcionan los tejidos  pero a la vez se sentía  pesada.
Si no se la transita se pierde una parte importante y fundamental de reflexión sobre las sensaciones que genera.
Me encaminé entonces, me descalce y en un sector donde este bicho, como lo llama el artista, apenas desciende hacia el suelo pero sin establecer contacto con él, entré.
Para poder atravesar esta forma se camina por estrechos senderos realizado con pelotas de un material plástico encerradas en el tejido que las contienen.
Transitarla no fue sencillo, en primer lugar caminar era difícil, incomodo, y hasta doloroso para la planta de mis pies.
Cada paso era incierto y suponía esfuerzo, dado que había sectores en donde la agrupación de pelotas estaba más compactada  y facilitaba el andar, pero esto no era de ninguna manera estable y parejo, en algunas zonas los pies se hundían y eso implicaba mayor esfuerzo para dar el siguiente paso con el agregado de desconocer cómo sería a continuación.
Otra importante sensación era la inestabilidad para mantener el equilibrio y no caerse, el tejido que se extiende en ambos lados del camino nos permite sostenernos y es casi imposible soltarse.
Estos senderos se dispersan abriéndose y cerrándose generando circularidades y un trayecto a recorrer con una entrada y su correspondiente salida.
Nos podemos sentar o recostar y las perspectivas cambian así como los ángulos de observación del espacio y de nosotros mismos.
Tomar un descanso se hacía necesario para continuar y la vez la visión aérea se ampliaba dado que mientras se caminaba la dificultad no lo permitía.
Finalmente cuando recorría el tramo final hacia la salida estaba ansiosa por volver a pisar  un suelo llano.
Toda esta descripción de experiencias las ensamblo con las reflexiones que acudieron a mi pensamiento, entendiendo que es una manera de abordar la vinculación con esta obra.
 En mi opinión que de ninguna manera es absoluta y acabada, mi interpretación me lleva a unir las sensaciones concretas que afloran con las instancias de la vida misma.
En otras palabras caminar por dentro de esta súper estructura  me remitía a un efecto de contradicción permanente , sentí encierro en un espacio abierto, inestabilidad aunque se ofrecía sujeción, un andar con esfuerzos y a la vez con alivios, el temor de caer  aunque era bien seguro, la ansiedad por realizar el trayecto y a la vez necesidad de abandonarlo, una red que parecía frágil pero que era fuerte, una estrechez en los espacios y a la vez amplitud en su totalidad, reminiscencias lúdicas y  sensación de aburrimiento, en un paralelismo de diversidad y monotonía, de diferencias y repeticiones.
Todas estas situaciones se presentan a lo largo de la vida, solo que  aquí se atraviesan de una manera compactada, en una experiencia donde el tiempo  lo decide el espectador.
                                                    
                                                                                                                           Estela Alicia Mancini






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